Lo tenían anotado en el calendario desde hacía meses y por nada del mundo los alicantinos iban a perderse uno de los eventos más importantes de su ciudad: la celebración del centenario de la Banda Sinfónica Municipal de Alicante.

Aunque la cita era a las diez de la noche en la plaza del Ayuntamiento, hubo quien acudió un par de horas antes a coger sitio. Aún faltaban unos minutos para que los músicos saliesen a escena y se pudiesen escuchar las composiciones de Javier Pérez Garrido, Óscar Esplá y Wagner, entre otros y ya no quedaba sitio libre.

De repente, la plaza enmudeció y, sin siquiera darse cuenta los presentes se remontaron a 1912, fecha en la que nació la banda municipal de Alicante.

Primero fueron las trompetas y más tarde se les unirían el resto de los instrumentos. Algo grande se estaba gestando en el escenario repleto de músicos, en su mayoría varones, que seguían las indicaciones de José Vicente Díaz. Tocaban la primera obra del programa, la Fanfarria Op. 50 del joven Javier Pérez Garrido.

En poco más de tres minutos, las notas de Pérez Garrido consiguieron transportar mágicamente a los asistentes al verano de 1912 cuando la Banda Sinfónica Municipal de Alicante ofreció un concierto con motivo de la Alborada a la Virgen del Remedio.

El viaje musical al pasado fue uno de los mejores regalos que la banda ofreció al público. Buena música, buenos intérpretes y buen director. Después de todo, los cien años solo se cumplen una vez en la vida.