Tras ver una procesión televisada el otro día en la que se habló de todo lo que ocurría durante la misma menos de su música comencé a reflexionar acerca de la idea de crear un artículo para concienciar a la gente de la importancia de la música cofrade durante los desfiles de Semana Santa.
Desde hace bastante tiempo un sinfín de bandas de música o agrupaciones musicales han estado presentes para realzar en todo momento gracias a sus interpretaciones la solemnidad o elegancia, la devoción o sentimientos de los desfiles pasionales. Personalmente estoy contento de no ser el único que puede afirmar que gracias a los músicos que procesionan durante cualquiera de nuestros desfiles se abre la puerta al auténtico significado y comprensión de la Semana Santa ya que con las emociones que generan a través de sus melodías es más fácil imaginar y sentir como si fuesen reales aquellos sucesos bíblicos que ocurrieron hace ya dos milenios.
Estas formaciones instrumentales, ya sean el resultado de combinar de múltiples maneras un sinfín de instrumentos de viento madera, viento metal, percusión –o incluso de cuerda en escasas ocasiones– están integradas en su mayor parte por gente amateur que ha realizado un gran sacrificio personal de su tiempo libre no sólo para aprender a tocar con dignidad un instrumento sino además para asistir a infinidad de ensayos y preparar de la mejor manera posible el repertorio adecuado a cada una de las procesiones o eventos de la Semana Santa. Y ello es algo que no debería pasar desapercibido nunca y bajo ningún concepto, pues la expresión musical siempre ha sido y será un hecho que convierta en más maravilloso todo aquello que rodee con sus sonidos; melodías que nacen del amor y sacrificio de estas personas.
Por si fuese poco, muchas de estas bandas no cuentan con el apoyo económico necesario por parte de las instituciones y en la mayoría de ellas el dinero recibido no es suficiente para cubrir sus gastos obligando con ello a situaciones como que los músicos realicen procesiones sin cobrar y encima tengan que asumir algunos pagos como los que generan la manutención y reparación de sus propios instrumentos, por no hablar de su compra y otras cuestiones.
POR TODO ELLO Y POR MUCHO MÁS CREO JUSTO QUE HAGAMOS UN MERECIDO RECONOCIMIENTO AL COLECTIVO DE MÚSICOS DE LA SEMANA SANTA -Y NO SÓLO A INTÉRPRETES SINO TAMBIÉN A DIRECTORAS, DIRECTORES, COMPOSITORAS Y COMPOSITORES-
Porque su pasión hacia la música, gran esfuerzo y dedicación constante permite estos días a las calles de nuestro país vestirse de sonoridades tan hermosas como las de la música procesional.
Música: Rex Regum, Op.23 de Javier Pérez Garrido
Primer Premio del Concurso Nacional de Composición de Toledo, 2012
