Notas al programa
I. Furioso
II. Meditativo
III. Funebre
Piano solo
10 min. aprox.
Sonata para piano solo inspirada en la esencia del tango.
Notas al programa
I. Furioso
II. Meditativo
III. Funebre
Clarinete y piano
8:30 min. aprox.
Composición para clarinete y piano que fusiona la sonata clásica con el tango.
Notas al programa
Sonatango es una sonata para clarinete y piano en la que, bajo una estructura formal casi clásica se desarrollan melodías, armonías o ritmos pertenecientes al universo del tango. A través de ella podemos descubrir rápidos pasajes de un hábil virtuosismo a la vez que nostálgicas melodías llenas de dulzura y delicadeza, todo ello siempre sin perder de vista el espíritu del tango; en aumento a medida que las acentuaciones rítmicas pugnan entre sí por romper los moldes estrictos de este género o disminuyendo mientras se difumina su pulso generando zonas en las que los tempi están llenos de un importante rubato que ahonda en la búsqueda de una mayor expresividad de sus líneas. Esta composición presenta influencias de Astor Piazzolla, uno de los mejores compositores de tango de la historia.
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Encargo
VI Festival Mucho Mas Mayo de Cartagena & III Noche de los Museos
Estreno
14 de Mayo, 2011
III Noche de los Museos
Plaza del Ayuntamiento. Cartagena
Javier Pérez Garrido, clarinete / Ramón López Casanueva, piano / Muloca Tango, bailarines
Tenor y piano
2:30 min. aprox.
Canción inspirada en la música profana medieval con texto de Gutierre de Cetina.
Notas al programa
- CXXIX -
Al monte donde fue Cartago
Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;
desierta playa, que apacible lago
lleno fuiste de triunfos y victoria;
despedazados mármoles, historia
en quien se ve cuál es del mundo el pago;
arcos, anfiteatros, baños, templo,
que fuistes edificios celebrados
y agora apenas vemos las señales;
gran remedio a mi mal es vuestro ejemplo:
que si del tiempo fuistes derribados,
el tiempo derribar podrá mis males.
Inspirada en la música profana medieval, esta delicada y romántica canción neomodal con texto de Gutierre de Cetina pretende revivir el instante en el que el propio poeta, al recorrer las ruinas de la gran Cartago descubre que nada es eterno y, por lo tanto, su dolor también tendrá final.
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Dedicación
A la ciudad de Cartagena
Soprano y piano
2:30 min. aprox.
Canción inspirada en la música profana medieval con texto de Gutierre de Cetina.
Notas al programa
- CXXIX -
Al monte donde fue Cartago
Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;
desierta playa, que apacible lago
lleno fuiste de triunfos y victoria;
despedazados mármoles, historia
en quien se ve cuál es del mundo el pago;
arcos, anfiteatros, baños, templo,
que fuistes edificios celebrados
y agora apenas vemos las señales;
gran remedio a mi mal es vuestro ejemplo:
que si del tiempo fuistes derribados,
el tiempo derribar podrá mis males.
Inspirada en la música profana medieval, esta delicada y romántica canción neomodal con texto de Gutierre de Cetina pretende revivir el instante en el que el propio poeta, al recorrer las ruinas de la gran Cartago descubre que nada es eterno y, por lo tanto, su dolor también tendrá final.
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Dedicación
A la ciudad de Cartagena
Violonchelo y piano
15 min. aprox.
Cinco preludios de esencia sinestésica y programática.
Notas al programa
I. Púrpura Eternidad
II. Azul Triste
III. Verde Saltarín
IV. Amarillo Ilusión
V. Rojo Diabólico
De todos es bien conocido que la sinestesia es la mezcla de varios sentidos diferentes que realizan algunas personas. En el caso de estos preludios, la idea de representar varios colores mediante sonidos fuertemente cargados de emociones es claramente un punto de partida sinestésico. Cada uno de los cinco preludios que viajan progresivamente desde el ultravioleta hasta el infrarrojo (límites de la visión humana) queda anclado por lo tanto a una contundente imagen pictórica, sonora y sentimental.
La intensidad de los colores viene generada por la carga emocional de cada uno de ellos. Una aproximación de ella aparece en forma de adjetivo junto al color que lo acompaña. De este modo tenemos un Púrpura Eternidad que flota dulcemente en el paraíso, un Azul Triste que llora en un día oscuro, un Verde Saltarín que brota espontáneo en la primavera, un Amarillo Ilusión que ama al sol y un Rojo Diabólico que ruge en una brutal tormenta.
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Violín y piano
15 min. aprox.
Cinco preludios de esencia sinestésica y programática.
Notas al programa
I. Púrpura Eternidad
II. Azul Triste
III. Verde Saltarín
IV. Amarillo Ilusión
V. Rojo Diabólico
De todos es bien conocido que la sinestesia es la mezcla de varios sentidos diferentes que realizan algunas personas. En el caso de estos preludios, la idea de representar varios colores mediante sonidos fuertemente cargados de emociones es claramente un punto de partida sinestésico. Cada uno de los cinco preludios que viajan progresivamente desde el ultravioleta hasta el infrarrojo (límites de la visión humana) queda anclado por lo tanto a una contundente imagen pictórica, sonora y sentimental.
La intensidad de los colores viene generada por la carga emocional de cada uno de ellos. Una aproximación de ella aparece en forma de adjetivo junto al color que lo acompaña. De este modo tenemos un Púrpura Eternidad que flota dulcemente en el paraíso, un Azul Triste que llora en un día oscuro, un Verde Saltarín que brota espontáneo en la primavera, un Amarillo Ilusión que ama al sol y un Rojo Diabólico que ruge en una brutal tormenta.
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Encargo
Artem Keschabyan & III Ciclo de Jóvenes Solistas de la Alberca
Estreno
13 de Febrero, 2010
Auditorio Municipal de La Alberca (Murcia)
Artem Keschabyan, violín / Irina Khamid-Shaeva, piano
Dedicación
Artem Keschabyan
Soprano (o tenor), flauta, clarinete, saxofón tenor, acordeon, piano, violín y violonchelo
30 min. aprox.
Ópera de cámara en un acto que narra una historia trágica para advertir de los cruentos peligros que puede ocasionar el cambio climático.
Notas al programa
Amazonía ecuatoriana; año 2049. Antiguo parque natural del Yasuní; en las inmediaciones del rio Curaray.
El personaje principal, último descendiente directo del clan de los Huaorani -una de las innumerables tribus amazónicas extinguidas- recorre el trayecto que va desde la central petrolífera en la que trabaja hasta un valle, inundado por un río torrencial como consecuencia de una brutal tormenta que acontecerá en escena. Vestido con sucios y desgastados harapos y descalzo, tiene la cara tiznada de negro. Su rostro refleja la dureza de la cruel vida que le ha tocado vivir. Constantemente tose e intenta aliviar con sus manos el escozor de sus ojos provocado por la toxicidad del ambiente que le rodea; un escenario lleno de bidones de petróleo oxidados, camiones rotos y abandonados, charcas de aguas de formación, tuberías que derraman fuel, algún animal muerto y en avanzado estado de descomposición… A sus espaldas se puede apreciar claramente un mugriento y roto bolso oscuro. Despeinado. Sólo si nos fijamos detenidamente en el fondo de sus ojos observaremos brillar de un modo leve un resplandor de felicidad; puede que un lejano recuerdo de la infancia o un sueño que nunca llegó a realizarse. Está preocupado. En su mente tiene a su hijo pequeño, enfermo de cáncer… En su mochila lleva la medicación diaria y sabe que su hijo lo está esperando; cada día está peor…
Mientras camina entre lodo contaminado reflexiona sobre su situación, la de la injusta sociedad que ha creado el hombre y la del entorno infernal que le rodea; un antiguo edén terrenal eliminado gracias a los malos actos del ser humano. Sin darse cuenta, comenzará a aproximarse una nube y empezará a llover levemente… De repente, la leve lluvia se transforma en una terrible tromenta que aparecerá en escena descargando toda su violencia sobre el personaje. Rayos, truenos y aguas torrenciales hacen que el Huaorani corra hacia su fatal destino. Sabe que tiene que cruzar el valle antes de que asome el río. Si no lo hace, no podrá llevar las medicinas a su hijo y éste morirá. Todo se va precipitando y justo cuando está a punto de terminar de cruzar el valle, se da cuenta de que se le cayó la bolsa de las medicinas. Decide volverse a recogerlas a sabiendas de que asoma un brutal torrente y no sabe si ello le costará su vida… Finalmente no puede escapar a tiempo y es arrollado por el caudal de agua. Muere pronunciando una frase que evoca un recuerdo del pasado; nuestro presente.
Libreto
Texto original de Javier Pérez Garrido
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Estreno
10 de Mayo, 2010
Espacio 0 del Centro Párraga (Murcia)
Pedro Pérez, soprano / Pilar Sáez, flauta / María Martínez, clarinete / Fini Gómez, saxofón / Mª Mercedes Lax, acordeón / Antonio Matías, piano / Antimo Miravete, violín / Alberto Condés, violonchelo / Sixto Herrero, director
Soprano (o tenor), flauta, clarinete, saxofón tenor, acordeon, piano, violín y violonchelo
30 min. aprox.
Ópera de cámara en un acto que narra una historia trágica para advertir de los cruentos peligros que puede ocasionar el cambio climático.
Notas al programa
Amazonía ecuatoriana; año 2049. Antiguo parque natural del Yasuní; en las inmediaciones del rio Curaray.
El personaje principal, último descendiente directo del clan de los Huaorani -una de las innumerables tribus amazónicas extinguidas- recorre el trayecto que va desde la central petrolífera en la que trabaja hasta un valle, inundado por un río torrencial como consecuencia de una brutal tormenta que acontecerá en escena. Vestido con sucios y desgastados harapos y descalzo, tiene la cara tiznada de negro. Su rostro refleja la dureza de la cruel vida que le ha tocado vivir. Constantemente tose e intenta aliviar con sus manos el escozor de sus ojos provocado por la toxicidad del ambiente que le rodea; un escenario lleno de bidones de petróleo oxidados, camiones rotos y abandonados, charcas de aguas de formación, tuberías que derraman fuel, algún animal muerto y en avanzado estado de descomposición… A sus espaldas se puede apreciar claramente un mugriento y roto bolso oscuro. Despeinado. Sólo si nos fijamos detenidamente en el fondo de sus ojos observaremos brillar de un modo leve un resplandor de felicidad; puede que un lejano recuerdo de la infancia o un sueño que nunca llegó a realizarse. Está preocupado. En su mente tiene a su hijo pequeño, enfermo de cáncer… En su mochila lleva la medicación diaria y sabe que su hijo lo está esperando; cada día está peor…
Mientras camina entre lodo contaminado reflexiona sobre su situación, la de la injusta sociedad que ha creado el hombre y la del entorno infernal que le rodea; un antiguo edén terrenal eliminado gracias a los malos actos del ser humano. Sin darse cuenta, comenzará a aproximarse una nube y empezará a llover levemente… De repente, la leve lluvia se transforma en una terrible tromenta que aparecerá en escena descargando toda su violencia sobre el personaje. Rayos, truenos y aguas torrenciales hacen que el Huaorani corra hacia su fatal destino. Sabe que tiene que cruzar el valle antes de que asome el río. Si no lo hace, no podrá llevar las medicinas a su hijo y éste morirá. Todo se va precipitando y justo cuando está a punto de terminar de cruzar el valle, se da cuenta de que se le cayó la bolsa de las medicinas. Decide volverse a recogerlas a sabiendas de que asoma un brutal torrente y no sabe si ello le costará su vida… Finalmente no puede escapar a tiempo y es arrollado por el caudal de agua. Muere pronunciando una frase que evoca un recuerdo del pasado; nuestro presente.
Libreto
Texto original de Javier Pérez Garrido
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Estreno
10 de Mayo, 2010
Espacio 0 del Centro Párraga (Murcia)
Pedro Pérez, soprano / Pilar Sáez, flauta / María Martínez, clarinete / Fini Gómez, saxofón / Mª Mercedes Lax, acordeón / Antonio Matías, piano / Antimo Miravete, violín / Alberto Condés, violonchelo / Sixto Herrero, director
Cualquier instrumento de tecla
1 min. aprox.
Pequeño preludio de influencia oriental.
Notas al programa
Hamada´s Prelude es un trabajo especialmente compuesto para la clavecinista y pianista Aya Hamada. Sus líneas melódicas están claramente influenciadas por la música oriental y minimalista. Por otro lado, un vivaz tempo se desarrolla entre compases de dos y tres pulsos. Puede ser interpretada por cualquier instrumento de tecla y sólo dura 60 segundos.
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com
Dedicación
Aya Hamada
Piano solo
3 min. aprox.
Tranquila y melancólica pieza para piano.
Notas al programa
Melancólica pieza cual tranquilo nocturno o romance que evoca un leve anhelo ante nuestros ojos, un deseo que primero flota y luego se desvanece entre el aire (...)
Edición
Contacta con el compositor: contacto@perezgarrido.com