Notas al programa
Esta es la historia de un sueño,
de amor, pasión y ceguera,
entre un faro enamorado,
y la mar vieja y sobervia.
Un día de tiempo otoñal,
un faro recién nacido,
de piedra blanca y ardiente,
se enamoró de la mar,
pobre faro inocente,
éste será su final.
La mar lo miraba extasiada,
al apreciar tanta belleza,
la vieja está enamorada,
quiere ser su amante eterna,
pero que hacer para tocarlo,
y la respuesta la encuentra.
Gritó ayuda a la luna,
para que aumente su fuerza,
y al viento su gran amigo,
le pidió que con su presencia,
la transforme en marejada,
para besar a ese faro,
que la tiene perturbada.
Y la tragedia llegó,
en forma de gran marea,
el viento sopló mas fuerte,
la mar se convirtió en galerna,
abrazando tan fuerte al faro,
que destruyó su amor en la tierra.
(Estribillo)
Vieja mar, vieja mar,
si te enamoras de un faro,
no vuelvas a repetir,
los pecados del pasado.
Vieja mar, vieja mar,
eres dura y peligrosa,
siempre tienes que destruir,
lo que tus aguas tocan.
ooooOOOoooo
Esta es la historia,
de amor, pasión y ceguera,
de aquel faro tan blanco,
solo quedan unas piedras,
fue un día infausto y aciago,
por un antojo de vieja.
Si están caminando amigos,
por la costa cálida y serena,
si encuentran ruinas de un faro,
entre Portman y Cartagena,
giren la vista despacio,
y miren a la mar con pena.
Vieja mar, vieja mar.
Vieja mar, vieja mar.
De esencia romántica y nacionalista, esta composición describe musicalmente el poema homónimo de Manuel Pujante Soriano que narra una bella historia de amor imposible entre un faro y la mar.
Edición
Encargo
Manuel Pujante Soriano
